jueves, 17 de septiembre de 2009

Estados de ánimo.

La lluvia bañaba su cara. Su euforia semejaba la inmensidad del mar cuando esta quiere ser reducido a un simple vaso de agua, inabarcable. Sentía una egolatría propia de un Dios. Se sentía pletórico, lleno de energía. Y quiso crear. Levantó un dedo y ante él apareció el propio Paraíso, nada más tuvo que imaginarlo. Descubrió un monte a lo lejos y, al pasarlo, todas sus penas quedaron atrás. Se vio reflejado en un lago cercano y, para su propia sorpresa, su aspecto había cambiado. Nunca había sido feo, más bien era un hombre de lo más corriente, pero hoy era diferente. Se sentía como el apuesto hombre que siempre había querido ser. Tenía unos grandes ojos color azabache, con los que vio su poder. Su marcada mandíbula, cincelada en piedra, no era más que un espejo donde mostraba su dureza. Su pulmones se expandían queriendo abarcar todo el aire existente sólo para su disfrute. Su expresión... el conjunto denotaba esa atracción que produce el verdadero poder, mil damas podrían caer rendidas a sus pies con un solo gesto si él quisiese. Pensó en el mayor deleite y en seguida se vió en su propio arén rodeado de las mujeres que siempre quiso y nunca tuvo, mientras las notas de un piano fluían impulsadas por los dedos de Aaron Goldberg, marcando con su virtuosismo el frenesí de la escena.No entendía que estaba pasando, pero sabía que sus simples deseos se harían realidad para por fin cumplir sus mayores fantasías. Cruzó el espacio entre planetas y estrellas, y vio con placer que todo giraba a su alrededor. Paseaba sus aires de grandeza entre la gente que apartaba la vista a su paso sabiéndose inferior. Dudo que aquello fuesen incluso aires de grandeza, hacía tiempo que dejaran de ser eso para ser otra cosa, algo mucho más elevado. Algo inalcanzable para el ser humano, la grandeza en su estado más puro.
.....
Anne, sucia y con ropas raídas, lloraba en una esquina, la causa, su hermano mayor. Hacía tiempo que estaba vacío, nada existía ya dentro de su cuerpo. Sus ojos cerrados por telarañas mostraban que había pasado demasiado tiempo desde la última vez que habían sido abiertos. Y sólo le quedó imaginar.

2 comentarios:

  1. Brillante, como todo lo que haces.
    Aquí la pregunta ahora sería si el chico será capaz de volver a abrir los ojos; un mundo perfecto siempre será más atrayente que la absurda y pobre realidad.

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  2. :) lo mismo digo!
    luego me paso a leer cosillas(L)

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