Presentación.

Son las 3:56 de la noche. Buena hora para estrenar un blog con un poco de sentido (el escaso, pero necesario, que aportará mi torpe mente).
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Y sin más, me siento a escribir mientras la luz de un flexo alumbra tímidamente desde un rincón.La penunbra invade la habitación (parece irónico, también embriaga mi cabeza desde hace días...) mientras yo deslizo los dedos con rapidez sobre el teclado.Las palabras simplemente fluyen, no sabría describirlo mejor.Siento ese estado de euforia transitoria que produce la vuelta al placer (de la escritura, en mi caso), aunque permanezco concentrado en cada uno de los acentos. Tengo que darle mi propio ritmo al texto, como si de un poema se tratase.Y como si de un poema se tratase utilizo la retórica en la búsqueda de la perfección dogmática mientras dejo que el mundo gire sin detenerse.Pasa rápido, ¿no lo sientes?Las agujas no se detienen ni para hacer un descanso. Mientras el humilde humano duerme, el mundo gira.Y así expira el tiempoo, acumulándose entre arrugas de rostros, surcando el viento con cada partícula de polvo.Visión desagradable: mi nombre en una lápida, y la gente llorando.No me importa morir, pero no puedo soportar que la gente sufra por mi culpa. No quiero flores, ni visitas, quiero que me recordeis como el hombre que quise ser.Al fin y al cabo, ¿alguien es como dice? Cada día lo pongo más en duda. Quizá este año comprenda un poco mejor el asunto (con eso de que empeizo la carrera de psicología) pero, la verdad, creo que no cambiará mucho mi idea.La gente... la gente no es como dice ser. Algo nos empuja a mentir. De hecho, creo que no deberiais creer una palabra de lo que he dicho (es todo mentira).Y mientras lees esto, tu reloj sigue funcionando. Corre, no te entretengas con tonterías, aprovecha lo poco que te queda.
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(Suena el móvil)
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Contesto, pero nadie habla al otro lado. Cómo me molesta eso. Eso todavía es más triste que llevar máscara. La gente a veces confía demasiado en su máscara, entonces acaba perdiendo su personalidad.Un ejemplo claro acaba de pasar: quien llamó, ha perdido toda su personalidad y oculta su rostro en la oscuridad (¡pobre de él cuando sólo queden las videollamadas!).Después se hará la víctima (¡asco vida!). Pero observa, aquí todo son víctimas.Todos SOMOS víctimas de la sociedad. Unos para bien y otros para mal, claro está.Pero como todo.
Que alguien me presente a la señora igualdad, que yo le ataré unas cadenas bien grandes a los tobillos para que no pueda huír de nuevo.(¿Seguiría siendo igualdad después de haberla apresado sin motivo aparente, simplemente por su condición?).Quizá la igualdad esté insertada en esta sociedad. Claro está, llevará máscara, si no no podría ser igualdad. Y de nuevo la ironía roza lo absurdo.
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Tengo sueño. Llevo media hora en el teclado y necesito descansar.Espero tener las fuerzas (¿meritorias?) de escribir lo primero que se me pase por la cabeza día tras día.Hoy simplemente la presentación "entre paréntesis" curtirá un poco más mi piel, con el paso del tiempo.