Especular
en el mundo del espectáculo y su peculiar forma de cuidar la desinformación
interesada para los desinteresados.
Procurar
que no existe cura para una sociedad que la cultura de la incultura convierte
en suciedad.
Controlar
desde el descontrol de seres humanos que han perdido su humanidad por su
vanidad y la banalidad de sus mortíferas vidas.
Para mí,
sentir la necesidad de que sientan, de derrumbar este rumbo sin sentido
mediante bombas de racimo.
Doblepensar.