viernes, 11 de septiembre de 2009

Un día más.

Aquí estoy de nuevo. Son las 4:02 de la noche y me dispongo a dar paso a un nuevo cúmulo de ideas.
.....
Y realmente no sé qué contar, si nada ha pasado. El mundo siguió girando, los latidos del corazón siguieron marcando mi ritmo de vida y la sensación de que ambas cosas son incompatibles el de mi existencia. No podía ser de otrea forma.Soy un simple actor que interpreta el papel de su vida sobre una vieja palestra. No es que como actor sea malo (es más, tengo la osadía de que decir que soy un perfecto actor) pero el lugar no es el adecuado para alguien como yo. Podría decirse que soy la mejor película en un cine cutre.Algo no cuadra. Me levanto por las mañanas como el resto. Me visto como el resto y desayuno como el resto. Hago lo que el resto. Entonces, ¿por qué me veo fuera?Apartado, en la isla en la que vivo. Aceptando vuestras normas por obligación, recordando las mías como deber.Empiezo a dudarlo. ¿Esto siempre fue así? ¿O un día fui uno más entre la multitud?La verdad es que carece de importancia la respuesta. Creo que ahora lo importante es saber lo que yo quiero, y creo que quiero quedarme como estoy.
.....
(Sin embargo, esta tarde...) Dije que hoy nada pasara. Pues pasó.Buscaba calma. Sentado en un banco de piedra reflexionaba tranquilo, imperturbable. Y allí sucedió.Empecé a ver lo que me rodeaba. Sentí que la naturaleza me recogía sobre su pecho para mecerme en un profundo sosiego, mientras pequeños insectos a mi alrededor tejían la más perfecta red jamás vista.Dejé fluír mi imaginación...Escuchaba cantar a los pájaros desde los árboles cercanos. Casi podía escuchar cómo crecían las hierbas.Una niña pequeña se columpiaba a mi lado, en harmonía con el resto... Hasta que cayó.Con su yanto provocó seismos en mi cabeza, y una sensación extraña inundó mi ser.Era algo conocido, y sin embargo no era capaz de distinguirlo...No podía ser...Pasara demasiado tiempo desde la última vez...Y sin embargo allí estaba el mundo, y yo formando parte de su cadena.
.....
Breve sensación que ya ni puedo evocar... Sólo sé que por un momento me sentí radiante, lleno. Y el más sublime de los eslabones.Y aún así... ¿Quiero eso? Lo dudo. Seré un Robinson Crusoe en esa pequeña isla de la que ya os hablé.

1 comentario:

  1. me gustan tus textos, pasate a ver que te parecen los míos.

    un beso!

    ResponderEliminar