miércoles, 21 de octubre de 2009

Galán de túnica y sombrero de copa.

La Luna iluminaba sus ojos en la noche; ocupaba su mente en el día. Él desaparecía entre las sábanas al amanecer, rendido tras otro fallido intento de cortejo, igual que sucedía cada vez.
Nada lograba disuadirlo de su amor prohibido, por el que tantas lágrimas había derramado, por el que pasaba tantas noches en desvela ansiando su belleza. Sólo se dejaba ver luciendo sus mejores galas y dejándose platear por la luz de su amada en un intento de parecerse a ella aún sabiéndolo imposible.
Y murió de dolor cuando otro caballero llegó para producir el eclipse y ocultar La Luna a sus ojos.

2 comentarios:

  1. Es bonito... lo que mas me gusta es el final, lo del eclipse!
    un besote

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  2. Precioso, sin duda, aunque predecible. Me encanta cómo usas las metáforas ;)!

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