lunes, 17 de diciembre de 2012

He fracasado.

He fracasado. He fracasado como persona y como novio, las únicas dos cosas que algún día me tomé en serio. Y mi vida ya no tiene un camino por el que seguir. Así estoy, estancado como agua de charca, y empieza a oler a putrefacción. Formando lodo con las cenizas de un corazón que un día ardió, llevando vida a la muerte, cansado para siquiera dar otro paso, ahogado en lágrimas saladas. Tú me viste llorar; y sé que tu corazón todavía se resistía a dejarme. Pero eres un espíritu libre que huye cuando sopla norte, podría vivir mil Odiseas que no te tendría ni un minuto más. Ojalá me equivoque. Quizá sólo haya sido un iluso viviendo su sueño. Sólo sé que el primer genio que encuentre me concederá una vida a tu lado, y que mi búsqueda nunca cesará. Sé que después de mí vendrán otros, y también sé que ninguno podrá quererte como yo lo hice. Como yo lo hago. Y aunque te deseo que seas feliz, sé que perfectamente podríamos serlo juntos. Pero, ¿sabes? Quien no arriesga nunca gana, sólo hay que saber qué es lo que merece la pena la lucha y qué no. Y en este caso yo lo tengo demasiado claro. Te amo. Te deseo lo mejor. Mis mejores días fueron a tu lado, hay momentos que nunca olvidaré. Diría que no cambio lo vivido por nada, pero miento. Lo cambio solamente por una cosa: por volver a vivirlo. Eres la parte que me completa, el equilibrio en mis caóticos pensamientos. Junto a ti podría sentir que he llegado a lo máximo. Sin ti no soy nada. Con fuertes valores me mantuve y con fuertes valores hoy me mantengo, pero mi mente empieza a quebrarse y su autodestrucción es cuestión de días, de horas, de minutos. Él conoció al amor de su vida. Ella no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario