Ayer perdí el sentido al
cruzarme contigo. ¿Me ayudas a buscarlo? Ahora estoy desorientado, confuso, y
la saeta de mi brújula sólo te señala a ti. Fueron un verdadero cúmulo de
extrañas coincidencias las que nos llevaron a compartir el camino y el momento,
¿no crees? Pero yo estoy seguro de que no fue simple casualidad y pienso que
tú, después de todo, opinas lo mismo.
Hoy, te busco pero no te encuentro, así que me recreo en
mi breve recuerdo. Tú me buscas, yo así lo siento, pero no nos vemos.
Es curioso: Yo te echo de menos, tú me echas de menos y
no nos conocemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario