No es exactamente lo que acostumbro a subir pero ahí lo tenéis.
______________________________________
Los sentidos captaban cada mínima
perturbación de su entorno invadiéndolo hasta abrumarlo. Sensaciones que llegan
y no hay quien las detenga, pues, aunque ya tiene el escudo de defensa, todavía
no aprendió a utilizarlo.
Dormir, dormir es lo único que amaina
la tormenta por un rato. Y así durante meses.
Aprender a moverse, poder
moverse, y sólo para poder seguir experimentando, abrumándose con sensaciones
y, por supuesto, dormir. Dormir, descanso y orden.
Recordar todo aquello por lo que
ha pasado, todo aquello que ha podido captar, ayer y siempre, será el próximo
logro. Lo que ha vivido y lo que puede extrapolar de ello.
Y todo destinado a un único fin,
el pensamiento. Solucionar problemas antes incluso de poder intentarlo, razonar
por qué puede hacerse así y, por último, pensamiento divergente. Ser creativo,
tener capacidad para aportar métodos sin un esquema preestablecido.
Y así es cómo el niño, poco a
poco, se hizo grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario