Tantas cosas que quedaron por vivir,
tantos sueños incumplidos, tantas tardes perdidas, tantas
intenciones frustradas.
Se acaba un año 2012 plagado de
momentos, buenos y malos, para ser sincero. Un año del que salgo
medio tocado pero con muchísimas esperanzas de cambio para mejor,
con nuevos sueños e ilusiones que tal vez se cumplan si lucho por
ellas. Un nuevo año en el que seguro que algunas personas se van y
otras llegan para ocupar su lugar. Espero que algunas permanezcan
para siempre, Ana, te quiero, de otras simplemente sé que lo harán.
Y qué mejor momento que éste, de
despedida, de recordar, de nostalgia, para pensar en un futuro que a
veces vemos demasiado lejano, pero el tiempo no se detiene y muchas
veces los sucesos acontecen con más presura de la que quisiéramos.
Tempus fugit.
Hoy se acaba un año, quedan apenas
unas horas, y yo me encuentro en mi habitación desordenada
intentando ordenar lo poco que queda dentro de mi cabeza. Mi
existencia no se reduce sólo a lo que hice, sino a lo que dejé de
hacer. No me arrepiento, no digo eso, sino que muchas veces sólo
vemos las acciones, y el hecho de tener que tomar un camino
descartando otros también se debe tener en cuenta. Soy consciente de
todo lo que hice bien, pero también de todo lo que hice mal; al
menos de una parte muy importante de ello. Intento corregir mis
errores aunque a veces mi mente me traicione creando incertidumbre,
y, en esos momentos, es cuando más debo mejorar.
Este 2013 me propongo quererme, pensar
más en mí mismo y salir adelante con gran fuerza. Me propongo
disfrutar más de lo que me llegue, así de simple, apreciar lo bueno
y no darle demasiada importancia a lo malo que suceda, darle sólo la
que realmente tiene. Necesito que sea un año de cambio, de
movimiento, mucho más dinámico. Quiero que muchas cosas sigan como
están, pero otras muchas quiero cambiarlas, y sé que me costará y
que no siempre será posible, pero prometo intentarlo con ahínco.
Lucharé por ser feliz.
En un momento como éste en el que
nadie regala nada, yo quiero ser un regalo para el mundo. Es
imposible que cambie la vida de todos, lo sé, qué más quisiera,
pero intentaré hacérsela más agradable a los que me rodean y,
quiern sabe, quizá me embarque en algún proyecto a mayor escala.
Hay muchas ideas germinando dentro de mí, muchas se llevarán acabo,
otras simplemente se quedarán en el tintero, pero, después de todo,
puede que 2013 se convierta en un buen año.
Feliz año a todos, felices fiestas.